soñar con morir
la sangr despavilada
todo tan perfecto
que ni siquiera un grito se oye
la garganta de la victima sedada por el canto del acido
sus brazos cercenados hasta develar la blancura de los huesos
sus musculos preservados en frascos de polietireno
y unos ojos bien guardados en la boca del gareno
miércoles
Suscribirse a:
Entradas (Atom)